El 1° de marzo es el Día Mundial de les Recicladores, quienes desempeñan un rol clave en la gestión de residuos en pueblos y ciudades. Aunque muchas veces es invisibilizado, este trabajo es esencial para la recuperación de materiales, el funcionamiento de la economía del sector y el cuidado del ambiente. Las cooperativas y grupos de recuperadores llevan adelante tareas como recolección, separación, enfardado, comercialización y valorización de los residuos que generamos diariamente. Su labor no solo aporta a la economía circular, sino que también es el sustento de miles de familias que buscan hacerle frente a un contexto cada vez más adverso.
La fecha se estableció en 2008 durante el Encuentro Internacional de Recicladores, con el fin de recordar un hecho atroz para que no suceda nunca más. En 1992, en las instalaciones de la Universidad Libre de Barranquilla, se invitó a diez recicladores a la institución en pleno carnaval para que saquen algunos productos y los pudiesen vender, según varios medios. Ya dentro, miembros de la universidad los atacaron y dejaron sin vida. La historia pudo conocerse gracias a Óscar Hernández, una de las víctimas del hecho, quien en medio de la tragedia fingió estar muerto. El País de España explicó que los cuerpos eran vendidos por el claustro educativo para tráfico de órganos y su estudio en Medicina.
Situación actual
En 2014 se sancionó la Ley provincial 10.311 de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos, que determina que los municipios y comunas deben prioritaria y progresivamente incluir al sector de recolectores informales al sistema de gestión de residuos e higiene urbana en condiciones de dignidad y salubridad.
Sin embargo, la situación crítica de les recuperadores en la provincia sigue profundizándose, agravada por la apertura de importaciones de cartón y otros materiales por parte del gobierno nacional, que conlleva la caída del precio de los materiales. En Qué Digital expusieron que “la modificación del Código Aduanero que desreguló las importaciones, de manera similar a lo ocurrido en la segunda mitad del siglo pasado, con sus consecuencias negativas para la industria nacional, fue una de las reformas del paquete de medidas que dispuso Milei en el decreto de necesidad y urgencia a pocos días de asumir su mandato”. De esta manera, “entre enero de 2024 y enero de este año, el precio por kilo de cartón cayó un 55%, el de la chatarra un 70%, y el de vidrio un 68%”, tal como exponen en una noticia de Chiapasparalelo.
“Hoy estamos viviendo un desastre económico para las cooperativas porque los precios del cartón y los reciclables se fueron en picada y a esto se le suma que el Gobierno nacional abrió las importaciones y están importando basura de afuera para acá. Somos el basurero del mundo”, dijo Javier Godoy, referente de la Cooperativa Jóvenes en Progreso de Lomas de Zamora y representante nacional de la Federación Argentina de Carreros Cartoneros y Recicladores (FACCYR), en diálogo con Buenos Aires/12.
Además, la dificultad para sostener los ingresos resulta en la renuncia de muches recuperadores a quienes no les alcanza el dinero para subsistir, por lo que cambian de trabajo. Según la FACCYR, la cantidad de personas trabajando en cooperativas de reciclaje disminuyó de 18.000 en 2023 a 10.000 en enero de este año.
Como comentan en Chiapasparalelo, “el sistema de gestión de residuos en Argentina opera en dos vías paralelas: un sistema formal en el que empresas privadas recolectan basura domiciliaria, y una red informal en la que cartoneros autónomos manejan la mayor parte del reciclaje. Aunque los municipios supervisan ambos sistemas, al contar con recursos limitados priorizan financiar la recolección de basura sobre los programas de reciclaje, explica Mariana Saidón, especialista en economía ambiental y gestión de residuos. Así, el reciclaje queda en manos de los cartoneros”.
Ante estas circunstancias, el recuperador Javier Godoy siente que las autoridades nacionales no reconocen su labor y los ven a ellos como un problema: “Este gobierno nos quiere hacer desaparecer porque no nos quieren, pero somos una parte fundamental del reciclaje y de la economía popular“, expone en Página 12.
En nuestra provincia las cooperativas y recuperadores también sufren los embates de esta política socioeconómica que no los incluye. Por ello, no les queda otro camino que buscar oportunidades laborales en otros espacios. Cuidar a quienes nos cuidan debe ser una política de Estado.