Frente a los nuevos desafíos que se nos presentan como comunidad, en un contexto de crisis socio ambiental global y cambio climático, trabajar de manera participativa e inclusiva a través de la comunicación y la educación ambiental para promover cambios culturales que aseguren la sustentabilidad en nuestros territorios, se vuelve esencial.
A través de la implementación de diferentes estrategias, se fomenta la incorporación de hábitos responsables desde la escuela y el hogar en la minimización y separación de residuos en origen, el compostaje y las huertas familiares y comunitarias, el cuidado del arbolado urbano y la plantación de nuevas especies, la incorporación de energías limpias y renovables, la descacharrización para evitar enfermedades como el dengue, la protección y restauración de los humedales, entre otros.
Todas estas acciones de mitigación y adaptación al cambio climático requieren el acompañamiento y compromiso de la población para lograr sustentabilidad local y contribuir a la construcción de comunidades saludables.