El objetivo de este día, conmemorado el 22 de marzo, es crear conciencia sobre la importancia de preservar este recurso, y este año, lo hace bajo el lema “Agua para la paz”.
Cuando cooperamos en materia de agua, creamos un efecto en cascada positivo, promoviendo la armonía, generando prosperidad y fomentando la resiliencia frente a los desafíos comunes.
Debemos actuar sobre la base de que el agua no es solo un recurso que se aprovecha y por el que se compite: es un derecho humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida.
A medida que aumentan los impactos del cambio climático y crece la población, existe la necesidad apremiante, dentro de los países y entre ellos, de unirse para proteger y conservar nuestro recurso más preciado.
La salud pública y la prosperidad, los sistemas alimentarios y energéticos, la productividad económica y la integridad ambiental dependen del buen funcionamiento y la gestión equitativa del ciclo del agua.
Cuando el agua escasea o está contaminada, o cuando las personas tienen un acceso desigual o nulo, pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países.
DATOS
En nuestro planeta, 2.000 millones de personas -el 26% de la población- no disponen de agua potable y 3.600 millones -el 46%- carecen de acceso a un saneamiento gestionado de forma segura, según informes de la UNESCO de 2023. Asimismo, se espera que esta escasez empeore en los próximos años, a medida que se agrave el cambio climático.
Y es que, aunque el 70% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua, se calcula que únicamente el 0,5% es utilizable y disponible. Este recurso, aunque vital, no está asegurado; necesita ser conservado y protegido bajo la idea de que no es un recurso por el que competir, sino un derecho humano.
El agua puede crear paz o desencadenar conflictos.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DEL DÍA MUNDIAL DEL AGUA?
El nacimiento del Día Mundial del Agua se remonta a 1992, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomendó su creación durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en Río de Janeiro, también conocida como Cumbre de la Tierra, en Brasil.
Líderes gubernamentales, oenegés y actores de la sociedad civil participaron en esta reunión internacional, que tenía como objetivo abordar el desafío de lograr un desarrollo económico sostenible que considere la conservación medioambiental. En esta misma conferencia, además de la propuesta del Día Mundial del Agua, nació también la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y la Declaración de Río.
Posteriormente, en el año 1993, la ONU declaró oficialmente la celebración del Día Mundial del Agua, a través de una resolución pública; y fue este, en consecuencia, el primer año en el que se celebró. En adelante, se ha utilizado esta efeméride como una herramienta de concienciación que sirve, además, para realizar balance de cuál es la situación actual de los recursos hídricos.
Con Info de UN y National Geographic