El proyecto de la UNLP que evita el desperdicio de alimentos y aporta a la comunidad

2 Oct 2025

Se trata de una innovadora propuesta que integra inclusión social, soberanía alimentaria y sustentabilidad al producir comida deshidratada.

Esta iniciativa de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) no solo permite que la comida dure más al evitar desechar alimentos frescos, sino que también tiene un importante aporte social. Se trata de la Planta de Alimentos para la Integración Social (PAIS), una innovadora solución de producción alimentaria inaugurada en 2022 que ya funciona como una máquina bien aceitada.

Con la capacidad para procesar hasta 3 toneladas de vegetales frescos diarios mediante tecnología de deshidratación, la UNLP busca resolver necesidades alimenticias en terreno bonaerense.

Cómo funciona

La Fabrica de Alimentos comprende dos plantas: una de disecado de vegetales y la otra de mezclado y empaquetado, instaladas en un predio de 60 hectáreas que posee la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, en la calle 66 y 167 de la periferia platense, una zona estratégica, en pleno cordón hortícola de La Plata y en contacto directo con los productores de vegetales frescos.

El proceso de elaboración consta de dos partes: en una planta ingresan los vegetales o frutas frescas que se procesan hasta obtener el material deshidratado y de ahí pasan a la planta de mezclado para la dosificación y mezcla de ingredientes (los vegetales deshidratados más la base proteica) y el envasado del producto final.

Entre sus productos, la planta tiene guisos de arroz, lentejas y arvejas con vegetales, todos listos para preparar agregando agua. «A nuestras recetas no les falta nada», afirma Juan Manuel Santillán, director del programa. Todas las comidas contienen carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas y minerales, sin octógonos negros ni aditivos artificiales.

Además, un equipo de nutricionistas de la Facultad de Ciencias Médicas realiza el seguimiento de los productos hasta el momento del consumo, visitando comedores y promoviendo la educación alimentaria.

La UNLP instalará una planta de alimentos deshidratados de alto valor nutricional y bajo costo
Impacto logístico, ambiental y social

La deshidratación de alimentos que realiza PAIS aumenta significativamente la durabilidad de los productos sin necesidad de aditivos artificiales. Este proceso tecnológico permite conservar los vegetales durante períodos prolongados, evitando pérdidas por deterioro y facilitando el almacenamiento. También reduce sustancialmente el volumen y peso de los alimentos, disminuyendo las emisiones del transporte. Estas características resultan fundamentales a la hora de optimizar la cadena de distribución hacia comedores comunitarios.

La planta tiene capacidad para producir hasta 150.000 raciones diarias. Actualmente, la UNLP dona 5.000 comidas semanales que llegan a más de 60 comedores a través de 9 organizaciones sociales. En este contexto, PAIS firmó un convenio con la Municipalidad de La Plata para entregar 60.000 raciones y también mantiene acuerdos con organismos provinciales.

Fernando Tauber, expresidente de la UNLP, resume la filosofía del proyecto: «No podemos permitir que exista el hambre en nuestra región, cuando tenemos los conocimientos y los recursos para dar respuestas a esta problemática».

El proyecto PAIS también agrega valor a la producción hortícola regional del cordón frutihortícola de La Plata. Esto es así porque la planta se abastece de dos fuentes: cultivos propios en el campo de la Facultad de Agronomía y compras a productores familiares y agroecológicos de la zona. Esta articulación con productores locales genera un circuito económico sostenible que fortalece la agricultura familiar y permite aprovechar excedentes de cosecha que podrían desperdiciarse.

Cómo nació el proyecto

La idea surgió tras las inundaciones de La Plata en 2013, cuando el Consejo Social universitario analizó cómo ampliar el aporte institucional a la comunidad. En 2019, las autoridades de la UNLP tomaron la decisión política de financiar el proyecto con fondos propios.

El científico Sergio Giner, doctor en Química e investigador del CONICET experto en tecnologías de deshidratación, fue el inspirador del proyecto. Aunque falleció antes de ver la planta funcionando, un laboratorio de la UNLP lleva su nombre en su honor.

Hoy la planta es operada por 50 personas, de las cuales 35 son estudiantes de grado que realizan su formación curricular y cuatro facultades asesoran el programa: Ingeniería, Ciencias Veterinarias, Agrarias y Forestales, y Exactas. «La universidad demuestra que se puede hacer, demuestra que existe la tecnología«, sostiene Santillán. El director subraya que solo hace falta decisión política para que los recursos lleguen «a las manos y a las bocas que lo necesitan».

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