En la COP30, las demandas por justicia climática se enlazan con la defensa del Paraná frente al avance extractivo.
“Lo que se pone en discusión es la justicia climática como un concepto central. Todos los derechos sociales, culturales, económicos, políticos y humanos que se han degradado por esta relación entre el norte rico y el sur global, donde están los países más vulnerables y se sufre un modelo de producción y extracción que avanza sobre los montes, las selvas y las cuencas hídricas”, señaló a AIM el referente de Remar Contracorriente, Horacio Enríquez, en el marco de la COP30, la cumbre climática que reúne en Belém do Pará a delegaciones de más de 150 países.


«Este modelo de producción y extracción avanza sobre montes, selvas y cuencas hídricas donde habitan pueblos originarios, y se repite también en nuestra Cuenca del Plata y especialmente en el río Paraná, hoy amenazado por la reprivatización del dragado, el balizamiento y el manejo de la vía fluvial”, remarcó el ambientalista.
Explicó que los representantes de «Remar…» participan de distintos espacios y reuniones de la COP30, tanto para comprender el funcionamiento interno de la cumbre como para integrarse a las actividades de las zonas verde y de los pueblos. Indicó que una de las discusiones más tensas dentro del encuentro gira en torno a la participación real de los pueblos originarios de la Amazonía, considerados actores centrales en esta cumbre de Belém do Pará, en el corazón del Amazonas.“
Enríquez explicó que la delegación mantiene encuentros de trabajo con distintas organizaciones, como Camla —la red global para América Latina y el Caribe—, Cáritas Internacional y colectivos vinculados al turismo responsable. «Esto nos va fortaleciendo día a día en nuestra participación”.
“tenemos prevista una importante reunión, que para nosotros es estratégica, con las organizaciones del pantanal, este ecosistema que está conectado a nuestra cuenca. Es un ecosistema único, que es parte de Brasil, Paraguay y Bolivia, y que unido a nuestra Cuenca del Plata forma un continuo de humedales que es considerado el más grande e importante del mundo. Ya el pantanal viene sufriendo el avance de la frontera agrícola, de la desforestación, y de modos de producir que impactan en el territorio no solo dejando una huella ecológica y social, sino fundamentalmente cultural, identitaria, de los pueblos que la habitan”.


Sobre la participación de los pueblos originarios en la COP30, subrayó que su presencia es muy significativa y que han protagonizado acciones frente a los espacios oficiales para exigir ser parte de las discusiones y decisiones. «Incluso hubo una tensión muy importante porque hicieron un ingreso a la zona sur, donde están las delegaciones oficiales de los 150 países, y fue una situación donde hubo empujones, hubo alguna reacción de la zona de seguridad”.
También en estos días se lleva adelante el evento cultural más importante, la llegada de los barcos que han venido por el Amazonas con los diferentes pueblos originarios que están participando de la cumbre y que «vienen con esa voz fuerte de reclamar por la justicia climática, de exigir ser parte no solamente de las discusiones sino de las decisiones del financiamiento que viene desde el Protocolo de Kioto, el Acuerdo de París en el 2015, y que no se ve traducido en una real inversión por parte de los países ricos”.
Desde Remar Contracorriente, “vamos a seguir participando de los espacios y a dejar nuestra agenda puesta aquí en esta cumbre para repetir con voz muy alta, el Paraná -nuestro río- no se vende, se defiende”.













