“Remar Contracorriente” pide a la cumbre climática COP30 frenar la hidrovía

11 Nov 2025

La delegación del colectivo “Remar Contracorriente: por el agua, la vida y la soberanía”, que participa en la COP 30 en Belém, Brasil, presentó una carta a las autoridades de la Conferencia de las Partes solicitando que el organismo se pronuncie en contra de los procesos de licitación del río Paraná hasta que existan estudios de impacto ambiental y se garantice la participación ciudadana.

Era Verde

Una delegación del colectivo «Remar Contracorriente: por el agua, la vida y la soberanía» ya se encuentra en Belém, Brasil. Allí, desde este 10 de noviembre hasta el 21 de este mes se llevará adelante la cumbre regional más importante sobre cambio climático. En las jornadas se expondrán las problemáticas más urgentes y las propuestas para abordar caminos superadores a la crisis climática que atraviesa el planeta. En los espacios de debate, “Remar…” apunta a instalar la necesidad de detener las agresiones que sufre la cuenca Del Plata. En este orden, enviaron una carta dirigida a las autoridades de la Conferencia de las Partes en donde plantean la necesidad que la COP30 se pronuncie contra los procesos de licitación del río Paraná hasta que se cuente con estudios de impacto ambiental y se realicen las instancias de participación ciudadana.

La campaña «Remar…» por la soberanía del río Paraná llegó a la COP 30 en Brasil, donde en una carta abierta a las autoridades “y los pueblos del mundo” pidió que se considere “reconocer a la Cuenca del Plata como prioridad temática y como foco de un compromiso multilateral específico”. El colectivo enunció, además, cuatro puntos clave:

  1. Incorpore en sus declaraciones finales un mandato para un proceso plurinacional de recuperación de la gobernanza de la Cuenca del Plata, de carácter participativo y vinculante para las cinco naciones afectadas.
  2. Exija la suspensión de licitaciones o privatizaciones que afecten servicios estratégicos (dragado, balizamiento, administración portuaria) hasta contar con evaluaciones de impacto ambiental y social integrales, públicas y traducidas a lenguaje comprensible para las comunidades.
  3. Promueva financiamiento y cooperación técnica para recuperar flotas, capacidad de monitoreo y gestión pública de las vías navegables; para reforzar la ciencia local; y para garantizar que los proyectos de infraestructura respeten la hidrología, la pesca y los humedales.
  4. Inscriba en el Balance Ético Global (o en el mecanismo que la COP considere pertinente) compromisos concretos de prevención —no sólo de adaptación— orientados a frenar la mercantilización del agua y a priorizar los derechos humanos y la integridad ecológica
Escenario

Las propuestas de las organizaciones que participaron de la travesía náutica por el río Paraná en abril pasado se da en el marco de lo que se perfila “como una cita decisiva para la humanidad. En medio de crisis ecológicas, sociales y políticas entrelazadas, la conferencia reunirá a líderes mundiales, comunidades indígenas, organizaciones sociales y científicos para debatir soluciones urgentes frente a la emergencia climática”, se indicó a ERA Verde sobre la trascendencia de estos encuentros.

El colectivo estará presente en tres espacios de la cumbre: la Cumbre de los Pueblos; la Zona Verde y la Zona Azul, este último “el sector oficial del encuentro donde los gobiernos negocian los acuerdos globales”, se apuntó.

Horacio Indio Enríquez, referente de Fundación Eco Urbano, subrayó la importancia de visibilizar la situación crítica de la cuenca del Plata. “La COP30 es una oportunidad para alertar sobre los problemas que ya sufre nuestra cuenca: la deforestación, la contaminación, los incendios en humedales e islas, y ahora, la nueva reprivatización del dragado y balizamiento que impulsa el gobierno nacional”, subrayó.

Enríquez –que está presente junto a Luis Cosita Romero, de Cuidadores de la Casa Común y Martha Arriola, de la red Eclesial Justicia y Paz de la Patria Grande– apuntó que el proyecto de profundizar el dragado a 44 pies para la red troncal del río Paraná (la Hidrovía) podría generar un impacto sin precedentes. “Nosotros decimos que hay que adaptar los barcos a los ríos y no los ríos a los barcos. El río no puede seguir siendo tratado como una autopista líquida para las grandes exportaciones. Es un sistema vivo, esencial para la vida y el trabajo de millones de personas”, afirmó.

Cosita Romero, en tanto, resaltó la relevancia de los humedales como ecosistemas estratégicos de la cuenca. “Los humedales son los riñones del planeta. Purifican el agua, fijan contaminantes y son clave para la reproducción de peces. Pero hoy están en riesgo por la contaminación, la falta de plantas de tratamiento y el dragado indiscriminado del Paraná”.

Arriola, por su parte, repasó que se llega a la COP30 como parte de una campaña que no terminó con la épica travesía náutica por el río Paraná. Es una campaña que, destacó, se planteó como una herramienta para defender las cuencas hídricas de América Latina y el Caribe. “En los últimos meses hubo una gran movilización. Tuvimos un encuentro en Lima, Perú, donde compartimos nuestra lucha por la defensa del río y se sumaron organizaciones de distintos países. Allí comenzamos a trabajar en la participación en la COP30”, señaló.

Carta

La carta de «Remar Contracorriente», dirigida al presidente de la COP 30, el embajador André Aranha Corrêa do Lago, expresa textual:

«De nuestra mayor consideración:

Nos dirigimos a usted con la urgencia de quien no quiere subir al podio de la historia para escuchar el discurso de la capitulación, sino para solicitar que, en esta cumbre, la comunidad internacional recupere la capacidad —política, técnica y moral— de decidir por la VIDA y los pueblos antes que por los beneficios de unos pocos.

La Cuenca del Plata no es una metáfora ni un recurso abstracto: es un territorio-hídrico que articula la vida de más de cien millones de personas y sostiene economías, culturas y ecosistemas esenciales de América del Sur. Con más de tres millones de kilómetros cuadrados, la cuenca —con sus ríos Paraná, Paraguay y Uruguay y sus enormes humedales— es uno de los sistemas de agua dulce más relevantes del planeta, regulador del clima regional y reservorio de biodiversidad y medios de vida. Su salud define la resiliencia de vastos territorios frente a sequías, inundaciones y pérdida de servicios ecosistémicos.

Si la COP30 tiene, además, un tono ético como el que muchos esperan —y como lo plantea el llamado al Balance Ético Global que acompaña a esta edición de la conferencia— entonces esta es la oportunidad de situar a la Cuenca del Plata en el centro de una reflexión que una el cuidado ambiental con la soberanía y la justicia social. La COP30 reúne expectativas y contradicciones; es, al mismo tiempo, un espacio donde se decide si priorizamos la mera adaptación al colapso o la prevención de sus causas. Esa encrucijada, bien planteada por voces críticas en el contexto de esta COP, debe traducirse en medidas concretas para las cuencas transfronterizas.

¿Por qué hablamos de soberanía cuando hablamos de la Cuenca? Porque la Cuenca ha sido históricamente objeto de disputas geopolíticas y económicas que la han convertido en zona de sacrificio: rutas de navegación pensadas para beneficios externos, privatizaciones de servicios estratégicos, vaciamiento institucional y pérdida del control sobre puertos y flota. En Argentina —como caso paradigmático señalado por organizaciones locales— durante años se desmontaron organismos de control, se debilitó la administración de vías navegables y se dejó en manos privadas una función estratégica para la gestión del río y la protección de los bienes comunes. Hoy existen equipos de profesionales y técnicos capacitados, dragas e instalaciones que permanecen, pero la capacidad estatal para gobernar la cuenca fue diezmada; recuperar esa capacidad es recuperar la posibilidad de planificar el futuro de nuestras comunidades ribereñas.

¿Será posible que, ante semejante riqueza natural y geoestratégica, nuestras sociedades permitan que intereses ajenos definan el destino de los ríos que alimentan nuestras economías y nuestras vidas? Esa pregunta exige una respuesta coordinada y plural: no basta con la denuncia; se requiere un proyecto de reconstrucción de la gobernanza de la cuenca, que contemple administración pública fuerte, ciencia aplicada, protección de humedales, respeto por los derechos de pueblos indígenas y ribereños, y un freno a la lógica extractiva que convierte el agua en mercancía.

La Iglesia Católica, haciéndose eco del clamor de la tierra y de los pobres tal como expresa la encíclica Laudato Si’, nos advierte:

“Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos…” (LS 30)

Esta es la crisis civilizatoria a la que asistimos: la privatización de la vida misma. Por eso proponemos—en este llamado que es también una invitación a la reflexión y a la decisión política— que la Presidencia de la COP30 considere reconocer a la Cuenca del Plata como prioridad temática y como foco de un compromiso multilateral específico. Concretamente, proponemos que la COP 30:

  1. Incorpore en sus declaraciones finales un mandato para un proceso plurinacional de recuperación de la gobernanza de la Cuenca del Plata, de carácter participativo y vinculante para las cinco naciones afectadas.
  2. Exija la suspensión de licitaciones o privatizaciones que afecten servicios estratégicos (dragado, balizamiento, administración portuaria) hasta contar con evaluaciones de impacto ambiental y social integrales, públicas y traducidas a lenguaje comprensible para las comunidades.
  3. Promueva financiamiento y cooperación técnica para recuperar flotas, capacidad de monitoreo y gestión pública de las vías navegables; para reforzar la ciencia local; y para garantizar que los proyectos de infraestructura respeten la hidrología, la pesca y los humedales.
  4. Inscriba en el Balance Ético Global (o en el mecanismo que la COP considere pertinente) compromisos concretos de prevención —no sólo de adaptación— orientados a frenar la mercantilización del agua y a priorizar los derechos humanos y la integridad ecológica

Señor presidente: la Cuenca del Plata puede ser, si lo decidimos, el eje de una política de soberanía hídrica que sea ejemplo regional. Pero también puede ser —si seguimos impávidos— otra gran herida que amplíe desigualdades y debilite la resiliencia climática de la región y del mundo. La historia de nuestros ríos no admite más remiendos: exige planes integrales, reparación institucional y una alianza entre los pueblos de la cuenca que levante una voz común frente a quienes ven el agua como un insumo transable en los mercados globales.

Le rogamos que haga de esta COP30 un antes y un después para la Cuenca del Plata: que la ética y la política se encuentren aquí para renovar el pacto con el agua y con los pueblos ribereños. Si la COP elige la prevención como práctica política, y la soberanía como condición para la justicia climática, la Cuenca del Plata podrá ser la gran obra colectiva que nuestra generación debía heredar.

Nos permitimos sumar a su anhelo personal de que la COP 30 sea recordada como la COP de la Adaptación, que sea recordada también por un salto definitivo en la Prevención para impedir catástrofes ambientales que inevitablemente profundizarán el peligro de la supervivencia humana y de toda forma de vida en este planeta.

Sin otro particular, y en nombre de quienes habitan y cuidan la cuenca, lo saludamos con respeto, esperando que la cumbre encuentre, en su decisión, la valentía que la historia exige.

Atentamente»,

Firman

Red Eclesial Justicia y Paz en la Patria Grande

Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní

Movimiento Cuidadores de la Casa Común Argentina

Signis – Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de Comunicación

Signis – Asociación Católica Argentina de Comunicación

REPAM, Red Eclesial Panamozónica

Fundación Eco Urbano

Sadop, Sindicato Argentino de Docentes Privados

Amerindia, Argentina

Red de mujeres Vicariato Apostólico de Aguaricó, integrante de la Cumbre Amazónica por el Agua.

Coalición Humedales sin Fronteras

Casa Río Lab

Centro Interdisciplinario de Estudios Territoriales, Chaco, Argentina

Laudato Si

SOMI Panamá

Repam Aguarico, núcleo mujeres

Fecofe, Federación de Cooperativa Federadas

Asociación para la promoción integral, Argentina

Repam Ecuador

Agrupación Peronista Las Bases, Entre Ríos, Argentina

Hijas de Jesús de Kermaria

La Chapanay. Argentina

Cooperativa Nodo Vecinxs de Temperley. Argentina

Leonardo Grosso, Red Ecologista y Movimiento Evita

Blanca Ozuna, diputada nacional

Ana Carolina Gaillard, diputada nacional

Rosario Romero, intendenta de Paraná

María Rosa Martínez, Senadora de la provincia de Buenos Aires

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