“Estamos procurando conectar las luchas. El Paraná no es parte de la cuenca amazónica, pero depende de él.»
El encuentro de ONGs y activistas sociales, políticos y ambientales se llevó adelante entre 1 al 3 de octubre en Iquitos, Perú. Una delegación de Cuidadores de la Casa Común estuvo presente “para acompañar, aprender y compartir”, comentó la coordinadora nacional, Martha Arriola.
“Estamos procurando conectar las luchas. El Paraná no es parte de la cuenca amazónica, pero depende de él. Los ríos voladores, de los que nos habla Cosita, alimentan nuestro río”, comentó Martha Arriola del movimiento Cuidadores de la Casa Común, tras participar de la Cumbre Amazónica del Agua realizada en Iquitos.
“En la mañana del segundo día celebramos el agua con un altar simbólico: una cruz, la imagen de La Guadalupe, una canoa de las comunidades originarias. Nos pusimos la pechera de apoyo a Gaza como signo de solidaridad global. Aunque no pudimos llevar la bandera de la remada —no hubo espacio—, hicimos visible nuestro compromiso desde el gesto colectivo”, comentó sobre la participación en la que se narró la experiencia de la travesía náutica “Remar contracorriente”, donde se puso de manifiesto los peligros que entraña la licitación privada de la red troncal –hidrovía– en el río Paraná. “Acompañamos a monseñor Jorge Izaguirre en espíritu, y reafirmamos nuestras convicciones de cuidado, justicia, unión entre territorios”, completó Arriola.
La Cumbre reunió a más de 300 personas de 10 países, con representantes de pueblos indígenas, iglesia, movimientos sociales y científicos, bajo el lema “Somos agua, somos vida, somos esperanza’”.
“Esta iniciativa invitó a contemplar el agua no sólo como recurso, sino como don sagrado, derecho humano y vínculo entre los pueblos. Para nosotros, participar es reafirmar que las luchas por el agua están conectadas, que cuidar el Paraná, la Amazonía o los ríos de nuestra tierra es parte de un mismo tejido vital”, finalizó la referente de Cuidadores.
De la Redacción de ERA Verde
