De la redacción de Eco Urbano.

Pedagogía ambiental en los tiempos de hoy

En los tiempos que se transitan, interpelar a las infancias y juventudes en materia de sensibilización ambiental es un gran desafío. La realidad devuelve un escenario poco prometedor y desesperanzador. A contramano de este paradigma fogoneado por el mundo virtual, lo revolucionario radica en una pedagogía ambiental participativa, que invite a jugar en el patio de una escuela, a aprender a armar tu propia compostera o a plantar árboles frutales en la plaza de la ciudad. En este proceso reflexivo se requiere de una enseñanza nueva, viva, activa y orientada hacia al entorno, evitando la proclama de catástrofes y posturas apocalípticas, y buscando alternativas para los problemas de la actualidad.

La incidencia del saber ambiental es el gran desafío de estos tiempos para generar movimiento, acción y reacción ante un contexto climático y social complejo. Desde la fundación Eco Urbano tenemos la convicción de que el cuidado de nuestra casa común, es colectivo y junto a las nuevas juventudes, que merecen cultivar y liderar la esperanza de otros mundos posibles, más justos desde lo ambiental y lo social.

Con ese sentir, nuestra fundación ha transitado 30 años promoviendo cultura ambiental, con la educación como uno de los pilares para incidir en los contextos ambientales locales de diversos municipios aliados. A través de la puesta en marcha de programas de educación y sensibilización ambiental promovemos el cuidado de los bienes naturales y del ambiente en general, con un enfoque de inclusión social, fortaleciendo la gestión participativa y sustentable de los residuos urbanos junto a las cooperativas de recuperadores, el cuidado y mantenimiento del arbolado urbano y los espacios verdes públicos y la promoción de energías renovables.

Construyendo Cultura Ambiental junto a los municipios.

Durante el 2024, hemos acompañado a los municipios de Cerrito, General Ramírez y San Benito en sus políticas de educación ambiental. En los últimos meses, más de 450 gurises fueron sensibilizados en materia de cambio climático, separación de residuos domiciliarios y cuidado del arbolado y espacios verdes urbanos. Buscamos despertar en cada estudiante la curiosidad y el amor por el cuidado ambiental local, en su barrio o en su escuela, a partir de talleres dentro y fuera del aula, jornadas de cine ambiental, sensibilizaciones a la comunidad con intervenciones “puerta a puerta”, visitas a plantas de clasificación de residuos, viveros y áreas naturales protegidas, propuestas lúdicas y recreativas en espacios verdes y plantaciones de árboles nativos.

Estas iniciativas se logran gracias a la articulación y al diálogo continuo entre los gobiernos y equipos municipales, docentes y directivos de las instituciones educativas, organizaciones de la sociedad civil y vecinos y vecinas que quieren una ciudad más vivible y habitable ambientalmente. En ese sentido, agradecemos a las instituciones de la localidad de Cerrito: Escuela N° 38 Mariano Necochea, Escuela N° 14 Nuestra Señora de Fátima, Escuela N° 44 Florencio Varela, Instituto N° 200 María Ward, Escuela Técnica N° 17 Orlando Lovera y el Colegio Nacional N° 41; de la localidad de General Ramírez: Escuela Nº 153 Madre de Jesús, Escuela Nº 146 Jesús de Nazareth, Nº 5 Alborada, Nº 13 Blanco Encalada, Nº 57 M. Linares Cardozo y Nº 31 Leopoldo Herrera; y de la localidad de San Benito: Escuela N° 214 San Alberto Hurtado, Escuela N° 28 3 de febrero, Escuela N° 207 Evita y la Escuela Privada N° 158 San Benito Abad.

Del mismo modo, agradecemos al Instituto Superior de Cerrito, a la cooperativa de recuperadores “28 de abril”, a los Cuidadores de la Casa Común y los amigos de la Reserva Natural Educativa “Montecito de Lovera” de Cerrito; a la organización Eco Ramírez, la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud de la UADER, la cooperativa de recuperadores “Creando valores” de la ciudad de General Ramírez y al grupo de vecinos y vecinas voluntarias de Reciclemosnos y grupo Scout de la ciudad de San Benito.

“Yo no estudio las cosas ni pretendo entenderlas.
Las reconozco, es cierto, pues antes viví en ellas.
Converso con las hojas en medio de los montes
y me dan sus mensajes las raíces secretas. 

Y así voy por el mundo, sin edad ni destino.
Al amparo de un Cosmos que camina conmigo.
Amo la luz, y el río, y el silencio, y la estrella.
Y florezco en guitarras porque fui la madera.”  

Tiempo del hombre (Extracto),  Atahualpa Yupanqui