Por Laura Rocha
Una pandemia, restricciones de circulación, leyes de
presupuestos mÃnimos, sentencias judiciales, multas. Nada es suficiente
para detener a las topadoras. La deforestación ilegal avanza en la Argentina y
arrasa con todo.
Durante 2021 en el norte de Argentina el desmonte fue
de 110.180 hectáreas, lo que equivale a la superficie 12 canchas de
fútbol cada hora. Casi la mitad se registró en Santiago del Estero. Y lo
más grave es que el 80% de la deforestación en dicha provincia fue ilegal, ya
que se realizó en bosques clasificados en las categorÃas donde no se permite.
Asà lo revela el último reporte anual realizado por Greenpeace
Argentina que detalla que en Santiago del Estero las topadoras
arrasaron con 52.290 hectáreas, en Formosa, 29.165 hectáreas; en Chaco,
18.068 hectáreas y en Salta,10.657 hectáreas.
“Argentina se encuentra en emergencia forestal. En el año
2014 el Panel Inter gubernamental de Cambio Climático (IPCC,
por sus siglas en inglés) advirtió que aquà se producÃa el 4,3% de la
deforestación global y que durante la primera década del siglo XXI fue la
principal fuente de emisiones de carbono del norte argentinoâ€, recuerda el
reporte anual de la ONG.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) ubicó a Argentina entre los diez paÃses que
más desmontaron entre 1990 y 2015: se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a
razón de 300.000 hectáreas al año.
“Las principales causas de la pérdida de bosques son el
avance de la frontera agropecuaria: ganaderÃa y soja transgénica que en gran
medida se exportan a China y Europa y los incendios forestales.â€, agrega el
reporte al que tuvo acceso Infobae.
Los sectores Agricultura, GanaderÃa, Silvicultura y Otros
Usos de la Tierra representan el 37% de las emisiones de Gases de
Efecto Invernadero (GEI) del paÃs, según los datos oficiales.
En un contexto en el que la deforestación aparece como uno
de los principales causantes del efecto invernadero que sufre el planeta y por
el que se potencias eventos extremos como las olas de calor, los incendios, las
inundaciones y la enorme pérdida de biodiversidad, en la Argentina pareciera que
no hay forma de frenarla.
“Desde la sanción de la ley de protección de bosques, los
registros de desmonte ilegal eran, aproximadamente del 50%. Pero en 2021,
en Santiago del Estero saltó al 80% sumado a que toda la actividad de Chaco fue
ilegal porque hay un fallo judicial que ordena detener los desmontesâ€, explica
Hernán Giardini, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace.
“Las multas ya no son una herramienta que sirva. Si
son altas, las judicializan y si son bajas, las pagan y siguen desmontando.
Nunca reforestan. Es necesario que la deforestación sea catalogada como delitoâ€,
indicó Giardini.
Desde 2018 hay proyectos oficiales para penalizar el
desmonte ilegal, tanto en la gestión conducida por Mauricio Macri, como en la
actual, por Alberto Fernández. La primera intención fue incluir como delito
dentro de la reforma del Código Penal, sin embargo, no ocurrió. La actual
administración busca reformar la ley de presupuestos mÃnimos de protección de
bosques.
En noviembre pasado, durante la celebración de la cumbre de
cambio climático en Glasgow Escocia, la Argentina fue uno de los paÃses
que se comprometió a dejar de deforestar en 2030 y, para conseguirlo recibirá
fondos internacionales.
Fue el primer ministro británico, Boris Johnson,
el encargado de anunciar el acuerdo global para frenar la deforestación, con el
respaldo de los principales paÃses forestales, como Brasil, Indonesia y la
República del Congo. Las cifras son grandes. Se trata de 100 paÃses que
representan el 85% de los bosques del mundo: 12.000 millones de dólares en
fondos públicos para los bosques y más de 7.000 millones en inversiones
público-privadas.
Hay 30 instituciones financieras con más de 8,7 billones
de dólares de activos mundiales que se comprometen a eliminar las inversiones
en actividades relacionadas con la deforestación. Argentina, que comparte con
Paraguay y Bolivia un ecosistema único como el Gran Chaco, firmó el
anuncio luego de que hablara el presidente Alberto Fernández ante el plenario
de Naciones Unidas.
La posición de Argentina está alineada con la de otros
paÃses latinoamericanos, como Brasil, Colombia, Bolivia, México y Colombia. La
región se mantiene en gran medida detrás de la lÃnea de “responsabilidades
comunes pero diferenciadasâ€, lo que podrÃa dificultar una acción más ambiciosa
por su parte.
“Estamos ante una emergencia sanitaria, climática y de
biodiversidad. Más deforestación significa más cambio climático, más
inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indÃgenas, más
desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades. Frente a
esta alarmante situación, Greenpeace reclama que en forma urgente se prohÃban y
penalicen los desmontes y los incendios forestalesâ€, concluye el reporte.
Fuente: Infobae
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